POR CHRIS JOHNSON
Guía a tu grupo en el proceso de conversar sobre cómo la Biblia se aplica a sus vidas.
Como líder de un grupo de estudio bíblico, me encanta cuando un grupo se enseña a sí mismo por medio de las conversaciones entre sus miembros. Hace unos años, yo enseñaba una clase de la Escuela Dominical para adultos mayores. El tema era la mayordomía, y la conversación rápidamente derivó en la disciplina del diezmo. Las preguntas de aplicación funcionaron de manera excelente ese día: los miembros del grupo comentaban lo que les habían enseñado sobre el diezmo y quién les había enseñado esa disciplina. Varios compartieron testimonios de la fidelidad de Dios y Su provisión para nuestras necesidades. Si ese día había alguna persona que no practicaba el diezmo, sin duda la Palabra de Dios y las experiencias prácticas de los miembros del grupo la desafiaron a reflexionar y obedecer dando para Dios.
Desde el principio del ministerio aprendí que los estudios bíblicos en grupos no eran, necesariamente, mi punto fuerte como líder. Pero también descubrí que podía ser un líder eficaz si seguía un plan de estudios que apuntara al intercambio de ideas en el grupo. Con el tiempo, me di cuenta de que algunos planes eran mejores que otros, según quién escribiera la guía para el líder. Es que hay algunas personas que saben hacer preguntas ideales para iniciar una conversación en el grupo.
Hoy, trabajo como editor de contenidos para Estudios Bíblicos para la Vida. En nuestro equipo, nos esforzamos por crear estudios bíblicos que ayuden a facilitar el intercambio de ideas dentro del grupo, a partir del texto bíblico. Nuestras sesiones están basadas en cinco preguntas de aplicación que estimulan la conversación entre los miembros del grupo. Nuestra meta es crear preguntas que básicamente guíen al grupo a través del proceso de hablar sobre cómo ese texto bíblico se aplica a sus vidas. Las preguntas de aplicación pueden llegar a ser la base de la enseñanza para el grupo. Comenzamos con una que sirve para romper el hielo, para crear interés y que funciona como una transición natural hacia el estudio bíblico.
Tratamos de no ir demasiado profundo, demasiado rápido; pero el texto es el que determina si eso es posible. Tenemos en cuenta que las preguntas deben ser formuladas de modo que todos los miembros del grupo se sientan cómodos, contribuyendo a la conversación. El objetivo de las preguntas al final de la sesión es la aplicación personal de las verdades descubiertas en la Escritura.
Animamos a quienes facilitan las conversaciones a tener en cuenta estos principios para sus grupos:
- Hagan lo posible por involucrar a la mayor cantidad de personas en la conversación.
- No permitan que una sola persona monopolice la conversación.
- No teman al silencio como respuesta a una pregunta. No sucumban a la tentación de responder sus propias preguntas, si se produce una pequeña demora mientras las personas piensan qué contestar.
- Siempre es bueno tener preguntas alternativas (que están incluidas en nuestros estudios) para el caso de que alguna pregunta no sirva para su grupo.
- Puede haber inconversos en el grupo, que también deben tener la oportunidad de participar del intercambio de ideas.
- No todos los creyentes están en el mismo nivel de desarrollo espiritual.
- Confía en la guía para el líder.
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Chris Johnson es el editor de contenido de Estudios Bíblicos para la Vida para adultos mayores.
Este artículo fue tomado de EBPLV | Otoño 2021 | Vol 4 www.estudiosbiblicosparalavida.com