Y me será a mí por nombre de gozo, de alabanza
y de gloria, entre todas las naciones de la tierra,
que habrán oído todo el bien que yo les hago;
y temerán y temblarán de todo el bien y de toda
la paz que yo les haré.
Jeremías 33:9
A la edad de 6 años a mi hija le diagnosticaron una enfermedad renal, los exámenes indicaban que la vida de mi princesa ya no sería normal. Para asegurarnos de saber qué proceso debíamos continuar para su tratamiento le llevamos a un hospital con los especialistas recomendados, los que hicieron nuevos exámenes. Mi corazón no estaba tranquilo al saber la vida que tendría que llevar mi niña. Fueron días donde derramé mi corazón delante de Dios y me mostró lo que realmente había en mí, quien era yo y quien es Él. Puse la salud de mi niña en las manos de mi Dios y Él derramó Su gracia y obró para limpiar la enfermedad en el cuerpo de mi niña y Dios trajo paz a mi corazón.
El pasaje de hoy nos enseña que el pecado ocasiona mucho dolor, sufrimiento y desesperación. Israel debía buscar a Dios y así ellos volverían a disfrutar del perdón y la paz de Dios en sus corazones. Necesitamos vivir consagrados a Dios, ser limpiados de nuestros pecados para disfrutar de Su paz para la gloria de Su nombre. Como verdaderos cristianos nuestro propósito en el plan de Dios es que seamos luz al mundo dando testimonio del evangelio y como Su obra en nosotros trae esperanza y gozo eterno en nuestros corazones que se recibe solo por medio de Cristo. Que tu vida sea
siempre consagrada a Dios, no dejes que el pecado te robe la esperanza y el gozo de vivir el evangelio.
Padre ayúdame a vivir Tu evangelio para que otros vean y escuchen de Tu amor y perdón por medio de Tu Hijo Jesucristo.
Por Walmert Letona
Quietud | Verano | 2023