Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
1 Juan 3:18
Con el inicio de la guerra en Ucrania hemos visto el tremendo sufrimiento de la gente de ese país, la desolación y todos los problemas que una situación como esta trae. Pero también hemos visto como muchas organizaciones y personas han hecho todo los posible para ayudar a quienes están sufriendo.
Un amigo misionero en Polonia, quien habitualmente comparte el evangelio con universitarios dejó temporalmente su misión para atender a los miles de refugiados que llegaron a Polonia. Él y su familia no solo han hablado del amor de Dios y de Su Palabra, pero también han abierto las puertas de su casa para refugiar a una familia que no tenía nada más que la ropa que pudieron sacar la noche que escaparon la invasión de su ciudad.
Este versículo nos habla de la importancia de mostrar con acciones el amor de Dios, poner nuestra fe en acción. Mi amigo, no solo ha predicado la Palabra, sino que ha vivido la Palabra, la ha puesto en acción, por su amor a Dios, para mostrar Su amor a otros, pero también por obediencia. El Señor nos llama a ser hacedores de la Palabra. En Santiago 1:22 se nos dice: «Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos».
Debemos ser un ejemplo para aquellos que no conocen a Señor, un ejemplo para que puedan preguntarse por qué ayudamos, por qué nos interesamos y tengamos la oportunidad de hablar del Señor.
Señor, ayúdanos a ser hacedores de la Palabra y no tan solo oidores.
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Por Elizabeth Works
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