Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo.
Filipenses 2:15
Hace poco se construyó el lujoso hotel Luminary (luminaria o lumbrera) en la ribera del río Caloosahatchee, en Fort Myers. El nombre del hotel llama la atención y le da prestigio al centro urbano de la ciudad. Pero fíjate, los cristianos no estamos llamados a brillar al mediodía bajo el sol, sino en medio de la noche oscura, en medio del mundo tenebroso en el que vivimos cada día. En nuestras iglesias se cantaba un himno que más o menos decía: «Nunca esperes el momento de una gran acción, ni que lejos pueda ir tu luz. En la vida […] brilla en el sitio donde estés». El coro decía: «Puedes con tu luz algún perdido rescatar, brilla en el sitio donde estés». Pablo les llama la atención a los cristianos de Filipo porque reconoce que viven en medio de una generación maligna y perversa. Hoy también vivimos rodeados del mal. Estamos en medio de un mundo oscuro que vive en las tinieblas del pecado, pero allí se nos llama a ser luminarias.Me gusta mucho lo que dijo J. Vernon McGee: «Debemos ser como luces. Cuando vamos afuera de noche y alzamos la vista, vemos las estrellas brillando en el firmamento oscuro. Así también, cuando Dios mira a este mundo tenebroso, ve a aquellos que son suyos brillando en medio de la oscuridad». Y justo de eso se trata, estamos llamados a ser luces para que el mundo pueda ver en nosotros a Jesús.
Señor, ayúdanos a resplandecer con Tu luz en este mundo tenebroso.
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Por Óscar Fernández
Este devocional fue tomado de Quietud guía devocional diaria | Abril 2022