POR LYNN PRYOR
Quizá usted se ha divertido enseñándole a un niño a nadar o al menos, lo ha llevado a tomar lecciones de natación. Quizá recuerde su propia experiencia de aprender a nadar. Muchos niños son verdaderos paticos en el agua, mientras que otros necesitan más seguimiento. En ocasiones encontramos algún niño que se niega a intentarlo. Tal vez no le guste el agua, o por cualquier razón está convencido de que “no puede hacerlo”.
Algunos tienen una política muy sencilla para estos casos: “Lánzalo al agua, y verás que pronto aprenderá solo”.
Es posible que este hombre no obtenga el premio al padre del año, y dudo que cualquiera de nosotros siga su consejo. Pero muchos líderes usan esta técnica para conseguir a los líderes.
“Dale un grupo, y verás cómo pronto aprende a liderarlo solo”. ¡Pero hay mejores formas de desarrollar a los líderes de los grupos!
Para algunos líderes potenciales es posible que el mayor problema sea simplemente ayudarlos a ver que Dios puede usarlos para liderar un grupo. Igual que el que no se atreve a nadar, se han convencido de que “no pueden hacerlo”.
Lo que sigue es algo de lo que he aprendido en mi experiencia tratando de ayudar a otras personas a “saltar a la piscina”.
Elija el rol correcto
No todo buen líder tiene que enseñar en un grupo. Los grupos necesitan diferentes tipos de líderes.
En su libro 3 Roles for Guiding Groups, David Francis y Ken Braddy dicen que todo grupo necesita personas que cumplan tres roles: maestro, pastor y líder. Es posible que alguien cumpla los tres roles, pero si no puede hacerlo solo, debe llamar a otros para que lo ayuden a cumplir los otros roles. Aunque es lamentable, muchas personas creen que no saben enseñar y, por lo tanto, no pueden liderar, sin embargo, podrían ser muy buenos líderes.
Mis mejores experiencias con grupos han sido aquellas en que pude concentrarme en el rol de maestro. Yo tenía a otros líderes que eran pastores: se ocupaban de las necesidades de oración y del cuidado del grupo. Y otro era el líder que organizaba y planificaba. Es posible que dentro de su grupo usted también tenga estos roles potenciales de liderazgo.
- El hermano que siempre es el primero en comenzar la conversación cuando usted hace una pregunta al grupo.
- La hermana que responde con compasión y profundo interés cuando los demás mencionan motivos de oración.
- La persona que quiere ayudar a organizar la próxima fiesta.
Prepararlos para liderar
Una conversación que comienza con: “Creo que usted debería ser líder en nuestro grupo” puede tener como respuesta un “Sí” inmediato. O puede generar gran incertidumbre.
“Es habitual que otros descubran el potencial de liderazgo en una persona antes que ella misma lo vea. Pero con un poco de tiempo y paciencia, podemos ayudarlos a descubrir cómo Dios puede usarlos”.
- Permita que lo observen. Si está pensando en un líder potencial, permítale observar cómo usted se prepara. Leer un libro ayuda mucho, pero es mucho mejor ver el ejemplo de alguien en acción.
- Permítales que lideren en pequeñas cosas. Para una reunión del grupo, permita que el líder potencial dirija algún aspecto sencillo, como hacer correr la voz u organizar la comida. O si se trata de un futuro maestro, permítale dirigir una pequeña parte del intercambio de ideas en el grupo. Por ejemplo, dele cinco minutos para que explique la historia o el contexto del pasaje que están estudiando.
- Permítales que lo remplacen en alguna ocasión. Esto es llevar un escalón más arriba el “permítales que lideren en pequeñas cosas”. Una vez había en mi clase un matrimonio que no se creía capaz de liderar, pero un domingo le pedí a ambos que me remplazaran. Lo hicieron y sobrevivieron. Les pedí que me remplazaran otra vez. Lo hicieron y descubrieron que no era tan terrible. Acabaron convirtiéndose en dos de mis mejores líderes.
- Reúnanse con regularidad. A todos nos beneficia recibir con frecuencia palabras de aliento y capacitación. A medida que los incluye en el equipo de liderazgo de su grupo, reúnase regularmente con ellos para hablar de los problemas y de qué formas se pueden fortalecer los diversos roles en el grupo. Esto los beneficiará a todos como líderes que trabajan unidos.
Y su grupo recibirá el beneficio de tener más personas que pasan a ser líderes.
_____
Lynn Pryor es líder del equipo de Estudios Bíblicos para la Vida. Supervisa los grupos de estudio bíblico en su iglesia en Nolensville en Tennessee y escribe semanalmente en su blog acerca de los estudios de Estudios Bíblicos para la Vida en lynnhpryor.com.
EBPLV | Verano | 2017