POR ARGILE A. SMITH JR.
Cuando queremos saber qué dice la Biblia sobre la creación, generalmente vamos a buscar las respuestas en Génesis 1 y 2. Pero hay otros pasajes bíblicos que pueden ayudarnos. Nos muestran cosas de la creación que nos permiten comprender más a Dios como creador y todo lo que Él creó.
EL «QUIÉN» DE LA CREACIÓN
La Biblia señala solo a Dios como creador del universo. En Su desafío a Job, Dios habla de Sus actos creativos: «¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? […] ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes […] ¿O quién puso su piedra angular?» […] (Job 38:4-6).
El hecho más repetido en los pasajes que hablan de la creación es que solo Dios es el Creador. La afirmación sobre Dios el Creador es una consecuencia de observar la existencia del mundo en sí mismo y los humanos que viven en él. La presencia de una casa es una evidencia de que hubo un constructor; de la misma manera, la presencia del mundo y las personas que lo habitan afirman la existencia de Dios.1
Los salmistas declaran esa verdad fundamental. David escribió sobre la gloria de Dios que se puede ver al observar atentamente al mundo que Él ha creado. David llama la atención sobre los cielos y el firmamento, el día y la noche, la salida y la puesta del sol. David había contemplado todo eso y dio testimonio de que podía contemplar la gloria de Dios en ello (Sal. 19:1-6). El Salmo 33 continúa la misma línea testimonial. El salmista conecta la presencia de los cielos, las estrellas, los cuerpos de agua y otras características de la creación con el Señor que lo creó todo (33:6-9).
Un salmo en particular muestra cómo el intrincado diseño del cuerpo señala la actividad creativa de Dios. En el Salmo 139, David escribe que las partes del cuerpo de una persona remiten a la presencia divina. El salmista observa que Dios, el Creador, puede ser visto en la existencia de los órganos vitales que trabajan juntos de manera muy compleja, de modo que un ser humano pueda funcionar bien durante muchos años. La formación del cuerpo humano en el vientre de su madre también es un testimonio de la obra de Dios como creador (139:13-14). Siglos más tarde, el apóstol Pablo insistió en que todos pueden ver por sí mismos al Dios vivo obrando en Su mundo; por tanto, nadie tiene excusa para decir que no sabe de Dios (Rom. 1:20).
EL «CÓMO» DE LA CREACIÓN
Según la Biblia, el universo no se formó por sí mismo ni por accidente. No fue el resultado de fuerzas anónimas que por casualidad se fusionaron en el momento justo, de modo que algo apareciera de la nada. Todo lo contrario: Dios tomó la iniciativa de crear el universo completamente por Sí mismo, sin ayuda. Los salmistas explican el método de la creación de Dios utilizando antropomorfismos. Emplean términos que remiten a cómo las personas comunes realizan ciertas tareas, intentando así echar un poco de luz sobre cómo el Dios todopoderoso realizó el milagro de la creación.
Por ejemplo, David dice que Dios usó Sus manos para crear el universo. Gracias a la obra de Dios, llegaron a existir el cielo y el sol. Por ello, Dios le dio al sol un hogar en el cielo para su viaje del este al oeste cada día (Sal. 19:1, 4). Aunque David no utiliza el vocabulario científico de la astronomía en su descripción, sí comunica una información esencial y confirma el toque personal de Dios al referirse a la mano de Dios en la creación.
El salmista que escribió el Salmo 33 declara que Dios usó Su voz para realizar el milagro de la creación. Señala que las estrellas fueron puestas en el cielo y que el agua fue recogida y guardada en el mar. Luego, afirma que Dios habló y las estrellas encontraron sus lugares en los cielos.
Con Su palabra, las aguas de reunieron de manera perfecta, de modo que pudiera formarse el mar (33:6-7). Sin usar términos científicos, habla muchísimo sobre cómo Dios realizó tan monumentales milagros de creación.
Pablo afirma que Cristo creó todo; por tanto, todo lo que hay en la Creación se mantiene unido solo por medio de Él.
EL «POR QUÉ» DE LA CREACIÓN
Dios tenía un propósito en mente al crearlo todo y a todos. Podemos entender mejor el propósito de Dios para la creación cuando lo pensamos en relación con la redención. Por ejemplo, el profeta Isaías menciona la obra de Dios en la creación al asegurarle a Su pueblo que Su intención era restaurarlos (Isa. 45:7).3 Pablo expresa la misma vinculación al enseñarles a los creyentes que Jesucristo es la pieza central de la creación. Pablo afirma que Cristo creó todo; por tanto, todo lo que hay en la creación se mantiene unido solo por medio de Él (Col. 1:15-17). Con esta afirmación, Pablo aporta sabiduría útil para los creyentes que quieren crecer, tanto en aquel tiempo como ahora. Sin Cristo, todo en el mundo se desmorona. Pero, con Cristo, todo ocupa su lugar.
Pablo también anima a los cristianos a tener en cuenta el anhelo de la creación de Dios. Cuando Él confrontó a Adán por su pecado, declaró que había maldecido también a la tierra (Gén. 3:17-19). Desde ese momento, la creación de Dios anhela ser liberada de la maldición. La liberación de esa maldición, tan largamente esperada, coincidiría con la eterna liberación de los creyentes (Rom. 8:19-22).
Así como Pablo, el apóstol Juan tiene algo que decir sobre la creación de Dios. En el comienzo de Apocalipsis, Juan escribe que el Señor le había dado visiones llenas de esperanza. En una visión sobre la adoración, tuvo la oportunidad de espiar el cielo y ver una imagen emocionante de Dios, siendo alabado y adorado. También da detalles sobre el papel de la creación en la adoración a Dios. Juan tenía el orden de la creación en su mente, cuando identificó a las cuatro criaturas que continuamente afirman la santidad y soberanía de Dios. La creación nunca deja de darle honra y gloria a Dios (Apoc. 4:6-9). Al final de Apocalipsis, Juan cuenta una visión sobre lo que el Señor haría con Su creación en el futuro. En esa visión, Juan vio un cielo nuevo y una tierra nueva. Lo que él vio había sido creado por Dios, que declaró que Él haría nuevas todas las cosas (21:1-5).
La Biblia nos ayuda a entender más sobre la obra de Dios en la creación. Su Palabra da a los cristianos una perspectiva sobre lo que el Señor ha hecho, que nos alienta en nuestro servicio a Él.
1. Herbert Lockyer, All the Doctrines of the Bible (Todas las doctrinas de la Biblia), (Grand Rapids: Zondervan, 1964), p. 21.
2. Michael Fink, «Antropomorfismo», en el Diccionario Bíblico Ilustrado Holman, (Nashville: B&H Publishing Group, 2008), pp. 92-93.
3. Mike Mitchell, «Creación» en íbid., pp. 389-393.
Argile A. Smith Jr. es pastor de Parkway Baptist Church en Biloxi, Mississippi.
Este articulo fue tomado de EBPLV | Invierno 2023 www.estudiosbiblicosparalavida.com