POR GEORGE W. KNIGHT
Las siete ciudades mencionadas en Apocalipsis 1-3 están ubicadas en la región occidental de Asia Menor. A fines del primer siglo, cada una era un lugar importante dentro de su propio mundo y sede de una joven congregación cristiana. Ubicadas sobre una misma ruta comercial principal, estas ciudades tenían fácil acceso unas a otras, y las comunicaciones entre ellas eran fluidas. Ramsay, en su famosa obra sobre este tema, señala que las siete iglesias estaban situadas sobre una ruta postal, y servían como centros de siete distritos postales que cubrían gran parte de Asia Menor.
Algunos creen que el número siete es indicativo de que las cartas estaban destinadas a la «iglesia universal»; otros señalan que cada carta termina con la admonición a las iglesias en plural: «El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias». El propósito de este artículo es describir las diferentes iglesias y detallar sus características para una mejor comprensión del Apocalipsis de Juan.
ÉFESO
El apóstol Juan escribe primero a Éfeso, la principal ciudad de Asia Menor. Éfeso había sido fundada con una excelente ubicación, sobre la costa occidental de Asia Menor, cerca de un golfo en el mar Egeo, próxima a la desembocadura del río Caístro, en un valle rodeado de colinas. Los escritores de la antigüedad hablan de un tiempo en que la ciudad estaba sobre la orilla del mar, pero el limo del río lentamente llenó el puerto, a pesar de todos los esfuerzos hechos para evitarlo. Hoy, las ruinas de la ciudad están ubicadas a casi 5 millas (8 km) del Egeo.
Éfeso era la capital de la provincia de Asia y un próspero centro gubernamental, comercial, educativo y religioso. Se había apartado un distrito sagrado para honrar a la diosa Roma, con diversos altares y templos, como la Basílica Real, el templo de Roma y Julio César, el llamado templo Domiciano y el templo de Augusto. En ciertos períodos, la ciudad fue el centro del culto al emperador romano. Una construcción fundamental de la antigua Éfeso que tuvo importancia en los primeros tiempos del cristianismo, fue el templo de Diana, la diosa que los griegos llamaban Artemisa. Cuando los griegos llegaron, aproximadamente en el año 1000 antes de Cristo, adoptaron el culto a la diosa Artemisa, que ya se practicaba allí. Los primeros altares descubiertos por los arqueólogos indican que se trataba de un culto activo, que construyó su primer templo importante en el siglo VI a.C. Este templo era considerado una de las siete maravillas del mundo antiguo. Lucas registra en Hechos 19 que el escribano de la ciudad (secretario del ayuntamiento) lo llamó «el templo de la gran diosa Diana». Fue incendiado en el año 262 por los godos y quedó fuera de uso. Con el tiempo, las piedras que lo formaban fueron utilizadas para la construcción de otros edificios.
ESMIRNA
La segunda iglesia de Apocalipsis estaba situada en la costa occidental de Asia Menor, al norte de Éfeso, en la desembocadura del río Melas, en el estrecho golfo de Esmirna, que se adentra en el mar Egeo. También estaba situada sobre la ruta principal al norte de Éfeso y era el punto de partida de una ruta importante hacia el este, al valle de Hermo y el resto de Asia Menor. Gracias a su ubicación, Esmirna contaba con muchas ventajas, como las cercanas fértiles tierras de cultivo, su acceso al comercio marítimo y la facilidad de viajes y comercio, dada su cercanía a las rutas principales que se cruzaban en esa área.
La ciudad se convirtió en la primera de Asia Menor donde se estableció un templo a la diosa Roma. Esta favorable relación con Roma le permitió gozar de la categoría de «ciudad libre» y, a pesar de los disturbios por motivos políticos y las invasiones, la ciudad continuó prosperando. Tiempo después, Esmirna superó a otras ciudades en la subasta por construir un templo a Tiberio. Contendió con Éfeso y Pérgamo por el título de «la primera ciudad de Asia» y Estrabón la consideraba la ciudad más bella de todas.
Sus ciudadanos constituían una comunidad muy diversa en cuanto a sus creencias religiosas. La devoción a los dioses antiguos se reflejaba, por ejemplo, en la adoración a Cibeles, en la forma del culto a la madre de Sípilo. Los residentes reverenciaban especialmente a Homero y tenían un «homelerum», lo cual sugiere que aceptaban el panteón de Homero. El culto a los emperadores tiene una larga y continua historia en Esmirna, ya que desde la ciudad se supervisaba a los sacerdotes de toda la provincia de Asia. Esmirna también tenía una importante comunidad judía, que se oponía activamente a la iglesia. Dicha comunidad es considerada «sinagoga de Satanás» en Apocalipsis. En el año 156, en pleno día de reposo, los judíos llevaron a la muerte en la hoguera al obispo Policarpo, que tenía 86 años de edad.
PÉRGAMO
La ciudad de Apocalipsis 1 al 3 ubicada más al norte es Pérgamo, situada a unas 15 millas (24 km) de la costa del Egeo, cerca del río Calcus, entre dos de sus tributarios. La primera ciudad fue fundada en una colina a unos 1300 pies (casi 400 metros) de altura. Esta ubicación la hacía segura cuando estaba fortificada; de allí proviene el nombre Pergamum, palabra griega que significa «fortaleza». Tiempo después, la ciudad se expandió sobre la llanura, debajo de la acrópolis. La ciudad de Bergama, en la actual Turquía, está ubicada sobre esa expansión.
Durante el período romano, la ciudad continuó siendo un importante centro de educación, medicina y religión, Pero aparentemente, no tenía mucha actividad comercial. La gran biblioteca funcionaba como centro para la producción de libros, y las finas, delgadas pieles teñidas que se utilizaban para escribir, allí recibieron el nombre de «pergaminos», derivado del nombre de la ciudad. En el año 29 a.C. se otorgó permiso a la ciudad para construir un templo a Augusto y Roma, y fue la primera ciudad de Asia en hacerlo. Se convirtió así, en uno de los centros más importantes del culto al emperador. La ciudad también contaba con un importante templo a Asclepio (Esculapio para los romanos), el dios de la medicina.
Aunque Pérgamo continuó siendo un importante centro cultural y artístico en Asia Menor, declinó después de caer bajo el control de los romanos. Perdió su lugar como capital de Asia frente a Éfeso. Después, perdió la supremacía de su biblioteca cuando Marco Antonio se la entregó a Cleopatra.
TIATIRA
La actual ciudad turca de Akhisar se levanta sobre la antigua Tiatira, situada en el valle del río Lico, cerca del límite entre las regiones de Misia y Lidia en la antigüedad. Está ubicada sobre la ruta entre Pérgamo (al noroeste) y Sardis (al sudeste). Era famosa por sus uniones de comerciantes, especialmente, los de lana y lino, seguidos por los tintoreros. También tenían gran importancia las uniones de artesanos del cobre, del cuero y los curtidores.
En el Nuevo Testamento, Tiatira es mencionada como lugar donde vivía Lidia, la vendedora de púrpura de Hechos 16:14. También se dice de Lidia que adoraba a Dios, lo cual podría implicar que había en Tiatira una comunidad judía de la cual la mujer era parte o que había influido en su vida de alguna forma. La carta a Tiatira es la más extensa de Apocalipsis, y la descripción de Jesús como Hijo de Dios en ella probablemente sea una refutación del culto al emperador como hijo de Zeus. La imagen de Jesús con «ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido» probablemente sea en referencia a la estatua de Apolos que se encontraba en la ciudad.
SARDIS
Sobre la carretera, al sur de Tiatira y al este de Filadelfia se encuentra la ciudad de Sardis, antigua capital del reino de Lidia. Estaba situada en el valle del río Hermo (actual Gediz), sobre un tributario meridional, el río Pactolo. La ciudad estaba dividida entre la acrópolis fortificada, en la ladera del monte Timolo, y la ciudad amurallada en la llanura inferior.
Sardis se hizo famosa en la historia antigua como capital de Lidia, y especialmente, la ciudad del rey Creso. Pero su importancia como capital se mantuvo aun después de ser capturada por los persas (y luego los seléucidas) y continuó siendo una importante ciudad de Asia bajo el dominio de los romanos. A pesar de esto, perdió frente a Esmirna la competencia por construir el templo para el culto del emperador. En el año 17, la ciudad fue gravemente dañada por un terremoto, pero fue reconstruida gracias a la ayuda económica enviada por el emperador. Era una ciudad con poder, riqueza e influencia.
En Apocalipsis 3, la iglesia de Sardis es una de las dos que solo recibe reprensiones. Como la ciudad, debía estar alerta para no ser capturada por sus enemigos. Así como la ciudad había estado cerca de la destrucción total, pero había revivido, la iglesia también podría completar su misión y cobrar vida.
FILADELFIA
La antigua ciudad de Filadelfia estaba ubicada donde actualmente se levanta la ciudad de Alaşehir, en el oeste de Turquía. Su anterior ubicación, sobre el río Cogamis, un tributario meridional del Hermo, era un área fértil, de gran actividad agrícola, principalmente viñedos para la producción de vino. Estaba situada en la ruta principal entre Sardis, la capital, al oeste y el resto de Asia Menor, al este. Esta ubicación la convirtió en un nudo para las comunicaciones y el comercio.
La ciudad fue dañada en repetidas ocasiones por terremotos y casi quedó destruida por completo tras el gran terremoto del año 17. Filadelfia obtuvo ayuda para su reconstrucción de parte de Tiberio (que también había ayudado a Sardis), y honró tal ayuda cambiando su nombre por el de Neocesarea. Más adelante, volvió a cambiar su nombre por el de diferentes emperadores, como Vespasiano y Domiciano. Es posible que a esto se deba la afirmación de Apocalipsis 3:12 sobre el creyente que tendrá escrito «el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios». Filadelfia también sufrió cuando Domiciano ordenó que se destruyera la mitad de los viñedos de Asia. La ciudad era conocida por el nombre del emperador «divino» que no la protegió, sino más bien le provocó daño, en contraste con Jesús, que era fiel con aquellos que vencían.
LAODICEA
La ciudad ubicada más al sur, entre las siete de Apocalipsis, está situada sobre el río Lico en la unión de la ruta desde Éfeso, al oeste, y Filadelfia, al norte. Se encuentra a unas 10 millas (16 km) de Colosas y a 6 millas (casi 10 km) de Hierápolis, en una planicie fértil que mira al río. Laodicea fue establecida sobre los restos de asentamientos anteriores, de Antíoco II, después de 261 a.C., y recibió ese nombre por la esposa de aquel, Laodice, de quien el rey se divorció en 253 a.C. Quedó bajo el gobierno del imperio de Pérgamo en 190 a.C. y fue transferida al dominio romano en 133 a.C., junto con el resto del imperio.
La provisión de agua de la ciudad provenía del manantial de Baspinar, cerca de Denizli, a unas seis millas (10 km) al sur, y era transportada por un acueducto de piedra. Comparada con la maravillosa agua fría del manantial de Colosas y las terapéuticas aguas termales de Hierápolis, era considerada inferior; y este era, posiblemente, uno de los puntos débiles de la ciudad. Juan escribe una sola reprensión a esta iglesia, que se había vuelto como su agua: tibia, y dependiente de sus propios recursos, en lugar de tomar de la salud, la belleza y la riqueza que le aseguraría la devoción al Señor.
Así, pues, las siete iglesias de Apocalipsis fueron advertidas, alentadas y bendecidas por la revelación que Juan recibió y escribió. Varias de ellas respondieron, y tiempo después, la historia de la iglesia registra que las congregaciones de Asia Menor dieron testimonio de su Señor durante muchos siglos, a pesar de las persecuciones y las dificultades
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George Knight es profesor de la cátedra Cook-Derrick de Nuevo Testamento y Griego en la Universidad Hardin Simmons, Abilene, Texas.
Este artículo fue tomado de Estudios Bíblicos para la Vida | Verano 2020