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Adultos | Teologia

SANTIAGO: TODO LO QUE SABEMOS

por Lifeway | October 21, 2022

POR ROBERT E. JONES

El nombre Santiago (o su traducción más común, Jacobo) se encuentra 40 veces en el Nuevo Testamento y designa a tres hombres muy importantes. Uno de ellos es «Jacobo el hermano del Señor» (Gál. 1:19).1 Aunque los eruditos han debatido la relación de Jacobo con Jesús,2 la totalidad de las evidencias disponibles apuntan a identificarlo como el escritor de la carta de Santiago. Jacobo creció en Nazaret, y luego vivió en Capernaum. Hasta poco después de la resurrección de Jesús, Jacobo junto con sus hermanos, era inconverso. Inicialmente, Jacobo y sus hermanos mostraron cierto grado de oposición al ministerio de Jesús (Juan 7:1-5), posiblemente por haber malentendido las enseñanzas de Jesús. La conversión de Jacobo a la fe en Jesús como el Mesías prometido se produjo después de que experimentara la aparición personal del Señor a él, después de la resurrección (1 Cor. 15:7).

La Prominencia de Jacobo

Jacobo fue una persona de gran influencia en la iglesia del Nuevo Testamento. Nuestro primer encuentro con él en el libro de Hechos lo muestra, junto con sus hermanos, identificado como parte del grupo que esperaba la venida del Espíritu Santo en Pentecostés (Hech. 1:14). La imagen que vemos aquí es de un espíritu de unidad entre María y sus hijos, reunidos con los demás en oración.

Cuatro acontecimientos subsiguientes pintan una imagen clara de la influencia de Jacobo en la iglesia primitiva. Primero, aproximadamente en el año 44, durante el tiempo en que Pedro fue encarcelado y luego liberado, Jacobo parece haberse convertido en el líder de la iglesia de Jerusalén. Después de su milagrosa liberación, Pedro indicó a quienes habían estado orando por él que informaran «esto a Jacobo y a los hermanos» (v. 17). Esta frase, en la que se nombra a Jacobo en particular, sin duda implica que, para ese entonces, este se había convertido en una autoridad reconocida en la iglesia de Jerusalén.

Pablo registra en Gálatas 1:18-20 el segundo acontecimiento que muestra la importancia de Jacobo. Allí, Pablo afirma que tres años después de su conversión, fue a Jerusalén a ver a Pedro (Hech. 9:26-30). Durante esa visita, Pablo dice que no vio a ninguno de los demás apóstoles, excepto Jacobo. Una vez, se destaca a Jacobo como alguien que desempeñaba un importante rol de liderazgo.

Un tercer hecho que muestra la influencia de Jacobo en la iglesia primitiva ocurrió durante la fundamental conferencia de Hechos 15. La postura que adoptó Jacobo en la conferencia lo ubica en un rol de mediador entre Pablo y los judaizantes, que insistían en imponer la ley judía a todos los creyentes gentiles. Por iniciativa de Jacobo, el concilio preparó una carta para los creyentes gentiles, imponiéndoles unos requisitos mínimos. Al ponerse del lado de Pablo, Jacobo influyó sobre el concilio que, finalmente, derrotó a los judaizantes.

Hechos 21:17-25 registra un cuarto y último acontecimiento que confirma la autoridad de Jacobo. Cuando Pablo regresó a Jerusalén al terminar su tercer viaje misionero, se reunió con «Jacobo, y […] todos los ancianos» (v. 18), que se regocijaron al escuchar sobre la obra de Pablo entre los gentiles (v. 20). Debido a la visión común entre los judíos, de que Pablo quebrantaba la ley (v. 21), Jacobo y los ancianos sugirieron que Pablo debería mostrar atención a los asuntos rituales. Podía hacerlo pagando por los sacrificios de cuatro hombres que habían completado sus votos de nazarenos. Jacobo presentó la idea, no porque pensara que Pablo quebrantaba la ley, sino porque otros que eran celosos de la ley lo creían. De esto podemos sacar la conclusión de que Jacobo era celoso de la ley y deseaba no ofender a los miles de judíos creyentes (v. 20). En su carta, Santiago (Jacobo) deja en claro que la fe es un aspecto fundamental de la vida cristiana. Pero él también creía que la fe debe ser activa. En este sentido, veía las obras como un medio esencial para mostrar la fe genuina.

Una declaración final, como resumen, de la prominencia de Jacobo en la iglesia del Nuevo Testamento se encuentra en Gálatas 2:9, donde Pablo enumera primero a Jacobo entre Cefas y Juan como «columnas» de la iglesia. La palabra griega stulos hace referencia a una columna que soporta el peso de un edificio.3 En un sentido metafórico, la palabra denota a quienes tienen responsabilidad en las iglesias,4 con lo cual muestra que considera a Jacobo como un pilar de la iglesia. Al extender la diestra de compañerismo a Pablo y a Bernabé, Jacobo mostró su aprobación de la tarea misionera de estos a los gentiles. Para Pablo, ningún otro Jacobo tuvo una parte tan reconocida en su ministerio.

Fuentes Extrabíblicas

Para comprender mejor el carácter de Jacobo, acudimos a una fuente externa a la Biblia. Hegesipo, escritor de principios del siglo II, preservó una descripción de Jacobo hecha por Eusebio, padre de la iglesia primitiva. Según Eusebio, quienes conocían a Jacobo lo llamaban «Jacobo el justo», obispo de Jerusalén. La descripción continúa afirmando que Jacobo solía entrar en el templo solo y oraba de rodillas. Esto provocó que sus rodillas se encallecieran, como las de un camello. Aunque hay razones para no tomar este relato literalmente, sin duda muestra el respeto que la iglesia primitiva otorgaba a Jacobo.

El historiador Josefo brinda información sobre la muerte de Jacobo. Josefo afirma que Jacobo murió después de la muerte del gobernador romano Festo, quien envió a Pablo a Roma en el año 62, y antes de la llegada de Albino, su sucesor. Según el relato, el sumo sacerdote Ananías, aprovechando una oportunidad, convocó a Jacobo y otros ante un consejo de jueces por el cual Jacobo fue hallado culpable de quebrantar la ley judía, por lo que fue ejecutado, apedreado.5 Esto ubicaría la muerte de Jacobo alrededor del año 62, poniendo fin a su vida de poderosa influencia en la iglesia del Nuevo Testamento.

1. Todos los pasajes bíblicos fueron tomados de la Santa Biblia, versión Reina Valera 1960. Otros hombres de importancia llamados Jacobo fueron el hijo de Zebedeo (Mat. 4:21) y Jacobo hijo de Alfeo (10:3).

2. Para mayor información al respecto, véase, de James B. Adamson, James: The Man & His Message (Grand Rapids: Eerdmans, 1989), p. 19, nota al pie 89.

3. W. E. Vine, Vine’s Expository Dictionary of New Testament Words, vol. 3, en Vine’s Dictionary of Old and New Testament Words (Grand Rapids: Fleming H. Revell, 1981), p. 184.

4. Íbid.

5. Josefo, Antigüedades de los judíos, 20.9.1. Hegesipo agrega que Jacobo fue lanzado desde lo alto del templo y luego apaleado hasta la muerte. Sin embargo, estos detalles parecen demasiado improbables. Véase Historia Eclesiástica de Eusebio, 2.23.

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Robert E. Jones es pastor jubilado de Euclid Avenue Baptist Church en Bristol, VA.

Este articulo fue tomado de EBPLV | Otoño | 2022

www.estudiosbiblicosparalavida.com

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