POR TIM POLLARD
Aquí hay algunos consejos y recursos útiles para estudiar la Biblia juntos como familia.
Como padre, puede ser abrumador pensar en compartir la Palabra de Dios con sus hijos. Después de todo, la Biblia es el libro más importante que leerá y estudiará con su familia.
Puede parecer una tarea abrumadora, pero no se preocupe. Estamos aquí para ayudar. Aquí hay algunos consejos que lo ayudarán a dirigir un estudio bíblico para su familia.
1. Comience temprano. Pueden comenzar a estudiar la Biblia juntos como familia en el momento en que nazca su hijo. ¿Ella entenderá? No. Pero ella crecerá en comprensión a medida que pasan este tiempo especial juntos. Tus hijos pasan más tiempo contigo que con cualquier otra persona. Tienes la oportunidad de ver quiénes son realmente tus hijos, no los que aparecen cuando estás en público y te hacen preguntarte quién es ese niño y de dónde viene. Cuando sus hijos crezcan y crezcan, podrán sacar provecho de los recuerdos de su familia pasando tiempo con Dios. Y ellos también comprenderán la importancia de dedicarle ese tiempo.
2. Decidir sobre un enfoque. Decide cómo estudiarás las Escrituras. Hay muchas formas en las que puede abordar este estudio, así que elija la que funcione mejor para usted y su familia. Puede estudiar la Biblia en su orden de libros, encontrar un plan de estudio cronológico, un plan de discipulado intencional o elegir un tema de la Biblia y estudiar varias Escrituras que se relacionen con ese tema. La mejor solución es la que te haga sentir más cómodo y te lleve a hablarles a tus hijos acerca de Jesús. Echa un vistazo a estas Biblias para niños y libros para niños.
3. Usa ayudas. No tienes que ser un súper sabelotodo acerca de la Biblia para guiar a tu familia a estudiar la Palabra de Dios. Muchos recursos brindan consejos útiles sobre cómo contar historias bíblicas o brindan antecedentes adicionales para los pasajes. Considere usar un libro de cuentos bíblicos para niños para ayudar a enmarcar las historias de una manera que su hijo entienda. No tienes que leerlo de la Biblia del libro de cuentos; solo use la redacción para ayudarlo a contar una historia de una manera que sea identificable para sus hijos.
4. Seguimiento. Cada semana en la iglesia, lo más probable es que su hijo reciba alguna comunicación que le ayude a saber lo que aprendió durante el estudio de la Biblia. Utilice este recurso como punto de partida para volver a contar y repasar la historia bíblica que su hijo aprendió esa semana. Si el currículo viene con una página para llevar a casa, use esa página como parte de su tiempo devocional para reforzar una actividad de aprendizaje con la que ella ya estaría familiarizada. Si su hijo no lleva a casa una página para llevar a casa, pregúntele al maestro o al líder del ministerio de su hijo si hay algo disponible.
5. No te preocupes. Sus hijos se beneficiarán de un tiempo de unión y estudio de la Biblia. Recuerdo a mi papá sentándonos todas las noches y compartiendo de la Biblia. (Honestamente, no puedo recordar lo que dijo, pero el punto es que recuerdo la inversión). No se preocupe por usar palabras elocuentes; solo sé fiel para compartir. El Espíritu de Dios imprimirá en el corazón de su hijo las verdades que necesita escuchar.
6. Sea consistente. A los niños les encanta la rutina y encaja bien en sus pequeños mundos. Encuentre un momento y un lugar que funcione para usted y sea constante. Sea sensible a las necesidades de tiempo de su hijo y no lo abrume innecesariamente, pero haga algo todos los días. Cambia el orden de tu devoción con frecuencia para agregar frescura a la rutina diaria. Pida a un niño mayor que dirija parte del tiempo devocional. Guía ayudándote siempre que puedas.
7. Diviértete. Piense en maneras de agregar algunos elementos divertidos a su estudio bíblico. Use las herramientas de estudio de la Biblia para encontrar datos interesantes sobre su tema o historias poco conocidas que puedan tener un impacto en su hijo. Jugar juegos. Canta canciones tontas y divertidas. Averigüe qué emociona a su hijo y use algo de eso para mantener las cosas animadas.
8. Sé tú. Lo más importante, sé el único que puedes ser: tú. No trates de ser alguien diferente de lo que eres. Harás el mejor trabajo simplemente siendo tú. Es posible que no sepa la respuesta a todas las preguntas que plantea su hijo, pero está bien. Tómese el tiempo para descubrir juntos las respuestas a las preguntas. Dios te ha regalado un niño para pastorear. Al tomar tiempo cada día para comenzar una rutina, está ayudando a enseñarle a su hijo acerca de Cristo y, al mismo tiempo, inculcando la importancia de un tiempo devocional diario con Dios.
El artículo es cortesía de la revista ParentLife.